En términos generales, se puede señalar que el Ajo es una planta que es infaltable en la vida de los seres humanos, especialmente en el área de la cocina; y es que a nivel gastronómico cumple un papel fundamental.
Debido a que el mismo es un excelente condimento; por otra parte, este aporta muchos beneficios para la salud del organismo, en relación a prevenir enfermedades.
En ese sentido, se puede mencionar lo siguiente: aumenta el sistema inmunológico, y tiene propiedades como: antiséptico, antigripal, antibacterial y antiinflamatorio.
Igualmente, es usado en enfermedades respiratorias y de garganta, reduce el colesterol malo, favorece en neutralizar los radicales libres, combate la hipertensión arterial, entre otros muchos beneficios, gracias por su rico contenido en vitaminas y minerales.
Con todos los beneficios aportados por esta planta, es normal preguntase sí el mismo es apropiado para consumirlo cuando se padece de una afección tan incómoda como la gastritis.
De tal manera, que en este artículo se responderá esta interrogante, agregando información de interés en este tipo de afección.
¿Puedo comer ajo si tengo gastritis?
Generalizando, el ajo tiene algunos beneficios asociados a la salud digestiva, incluida la reducción de la inflamación y la promoción del crecimiento de bacterias intestinales saludables. No obstante, puede desencadenar síntomas en algunas personas con gastritis, por lo tanto, debe consumirlo con estricta moderación.
En el caso de no tener seguridad de su consumo, lo ideal es comenzar con una pequeña cantidad y controlar sus síntomas cuidadosamente.
Igualmente, puede probar diferentes formas de ajo, como el ajo cocido o asado, que puede ser más fácil de tolerar que el ajo crudo.
Si experimenta algún efecto adverso después de consumir ajo, lo mejor es suspender inmediatamente su consumo y consulte con un especialista médico.
¿Cuáles son las propiedades antiinflamatorias del ajo?
Esta particular planta, tiene propiedades antiinflamatorias debido a la presencia de compuestos que contienen: azufre, como la alicina y el sulfuro de dialilo.
Veamos como la alicina presente en el ajo contribuye a la salud de nuestro cuerpo:
Los cuales, está demostrado que inhiben la producción de citoquinas proinflamatorias, que son moléculas involucradas en la respuesta inmune que pueden contribuir a la inflamación.
Por otra parte, se ha descubierto a nivel científico que el ajo tiene efectos antiinflamatorios en varias partes del cuerpo, entre los cuales se incluyen: el sistema digestivo, el sistema respiratorio y el sistema cardiovascular.
Por ejemplo, en el sistema digestivo, se ha demostrado que el ajo reduce la inflamación en el revestimiento intestinal y mejora los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal.
También se ha descubierto que el ajo tiene propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo y el daño a las células y tejidos.
En general, las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes del ajo pueden contribuir a sus posibles beneficios para la salud, tales como: la reducción del riesgo de enfermedades crónicas, cardíacas, entre otras.
¿Cómo puede el ajo reducir los síntomas de la gastritis?
Es importante mencionar, que el ajo puede favorecer a reducir los síntomas de la gastritis, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
Los estudios llevados a cabo, han demostrado que el ajo puede favorecer a reducir la inflamación en el revestimiento del estómago y puede ayudar a proteger el estómago contra el daño causado por bacterias dañinas, tales como el Helicobacter Pylori (HP).
Esta bacteria, es una causa común de gastritis y puede contribuir al desarrollo de úlceras estomacales e inclusive cáncer de estómago.
En el mismo orden de ideas, esta planta contiene compuestos como la Alicina y el Sulfuro de Dialilo, que tienen efectos antibacterianos contra el HP. Igualmente, estos compuestos pueden ayudar a reducir la inflamación en el revestimiento del estómago y mejorar la función digestiva, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas de la gastritis.
Es propicio aclarar que un pequeño porcentaje de pacientes con gastritis pueden ser sensibles al ajo y experimentar un aumento de los síntomas después de consumirlo.
En ese sentido, sea cuidadoso y no tenga excesos en su consumo; y algo muy importante, consulte con su médico tratante, para que lo oriente en el diseño de su plan dietético.
¿Puede el ajo ayudar a aliviar otros problemas gastrointestinales, además de la gastritis?
Esta planta, posee varias propiedades que pueden ayudar a promover la salud digestiva, entre las cuales se incluyen:
Efectos antimicrobianos
Cabe destacar, que el ajo tiene efectos antimicrobianos contra una variedad de bacterias, virus, hongos y parásitos, lo que puede favorecer a reducir el riesgo de infecciones en el tracto digestivo.
Efectos antiinflamatorios
Asimismo, contiene compuestos como la Alicina y el Sulfuro de Dialilo, los cuales tienen efectos antiinflamatorios, y favorecen a reducir la inflamación en el tracto digestivo; así como también, favorecen en aliviar los síntomas de enfermedades, por ejemplo: la enfermedad inflamatoria intestinal.
Efectos prebióticos
Esta planta mi contiene Fructooligosacáridos (FOS), las cuales son fibras prebióticas que ayudan a nutrir las bacterias beneficiosas en el intestino, favoreciendo a mejorar la digestión y apoyar la salud intestinal en general.
Efectos antioxidantes
Por otra parte, el ajo es rico en antioxidantes como la vitamina C y el selenio, que favorecen en proteger las células del tracto digestivo del daño causado por el estrés oxidativo.
En general, el ajo puede tener beneficios potenciales para una variedad de problemas gastrointestinales, incluido el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y otras afecciones inflamatorias.
¿Qué debo hacer si el ajo empeora mi gastritis?
Si experimenta un empeoramiento de los síntomas de la gastritis después de consumir ajo, es mejor evitar el consumo y otros alimentos que puedan desencadenar sus síntomas.
En ese sentido, los desencadenantes comunes de la gastritis incluyen alimentos picantes, ácidos, grasosos, alcohol, cafeína y medicamentos tales como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Por tal motivo, Si no está seguro de qué alimentos debe evitar o qué puede estar desencadenando sus síntomas, es importante que hable con su médico para recibir tratamiento personalizado, en relación a su dieta alimenticia, estilo de vida o régimen de medicamentos.
Además de evitar los agentes desencadenantes, existen otras medidas que puede tomar para ayudar a controlar los síntomas de la gastritis, tales como:
- En relación a las comidas, consumir porciones pequeñas y frecuentes a lo largo del día, en lugar de exagerada cantidad de alimentos.
- Evitar acostarse inmediatamente después de comer.
- Limitar el consumo de alcohol y cafeína.
- Dejar de fumar.
- Tomar los medicamentos indicados por su médico.
Preguntas frecuentes
No hay un mejor momento específico para comer ajo, se puede consumir en cualquier momento del día, según las preferencias personales y los hábitos alimentarios.
Sin embargo, hay algunos factores que se deben considerar al consumir ajo, las cuales podemos resumir de la siguiente manera: sensibilidad estomacal, interacciones con los medicamentos que tiene prescrito, y algunas preferencias de sabor del mismo.
Efectivamente, el ajo se puede usar junto con otros remedios naturales para tratar la gastritis. En ese sentido, existen varios remedios naturales que pueden ayudar a reducir la inflamación y la irritación del revestimiento del estómago, tales como: los probióticos, el Jengibre, la raíz de regaliz, el té de manzanilla, y la cúrcuma.
En un pequeño porcentaje de casos, puede tener efectos secundarios para las personas con gastritis. En ese sentido, se conoce que el consumir en exceso ajo estimula la producción de ácido estomacal, además, de flatulencia y diarrea, lo que puede agravar aún más los síntomas de la gastritis.
Por otra parte, el ajo también tiene propiedades anticoagulantes, lo que puede aumentar el riesgo de sangrado en personas que ya están tomando medicamentos anticoagulantes.
Por lo tanto, las personas con gastritis pueden consumir ajo con moderación y evitar consumir cantidades excesivas de ajo crudo.
Esta planta cuando se administra medicamente de forma efectiva, puede tener resultados positivos sobre la gastritis crónica; en ese sentido, aplicando las porciones y medidas adecuadas puede mejorar la secreción de jugos estomacales y aprovecharse de sus funciones antisépticas y antinflamatorias sobre los revestimientos del estómago.
Indudablemente, que el consumir ajo crudo en exceso puede aumentar el riesgo de irritación e inflamación del revestimiento del estómago, lo que puede agravar los síntomas de la gastritis, como dolor abdominal, náuseas y vómitos.
En ese particular, el ajo contiene compuestos como la alicina, que pueden estimular la producción de ácido estomacal e irritar el revestimiento del estómago. Además, el ajo crudo puede ser difícil de digerir, lo que puede exacerbar aún más los síntomas de la gastritis.
Conclusión
En definitiva, puede consumir ajo si padece de gastritis, efectuando su ingesta con moderación, para disfrutar de los beneficios que proporciona al sistema digestivo.
Pero tenga en consideración, si su consumo es excesivo puede desencadenar síntomas inadecuados; así como también, existe un pequeño porcentaje de pacientes con gastritis, que experimentan reacciones adversas.
Debe estar atento y vigilante si experimenta alguna reacción adversa. En ese particular, si tiene alguna inquietud o duda, puede consultar a su médico tratante, ya que todos los organismos son totalmente diferentes.
A continuación, se mencionan los diferentes beneficios que aporta esta planta al bienestar del organismo:
- Efectos antimicrobianos,
- Efectos antiinflamatorios,
- Efectos prebióticos,
- Efectos antioxidantes.
Finalmente, recuerde si decide consumir ajo, es preciso mencionar que debe evitar los agentes desencadenantes (alimentos: picantes, ácidos, grasosos, alcohol, cafeína y medicamentos del tipo AINE), así como también, seguir las siguientes recomendaciones:
- En relación a las comidas, debe consumir porciones pequeñas y frecuentes a lo largo del día, en lugar de exagerada cantidades.
- Evitar acostarse inmediatamente después de comer.
- Limitar el consumo de alimentos ricos en azucares, cafeína, grasas, y alcohol.
- Evitar el cigarrillo.
- Tomar los medicamentos indicados por su médico.
Recuerde que con esta patología, debe ser muy cuidadoso con los productos que consume, así como la forma de preparación de los mismos, porque cualquier descuido puede generar efectos indeseados en su organismo.
A. Neomar Evies es un profesor graduado y licenciado en informática. Investigador y conferencista que ha participado en diferentes eventos en diversos países. Tiene amplia experiencia en el campo de la gestión deportiva y el deporte de alto rendimiento y salud deportiva del atleta. También tiene un doctorado en Ciencias del Deporte y un Máster en administración. Como escritor ha escrito tres libros sobre sistemas de información centrados en Gestión y Deportes.
